Granada y lo evidente me han confirmado lo de siempre, tu indiferencia y nefasta afectividad, así que le agradezco a la vida con sus circunstancias, que de raíz voy sepultando esos recuerdos de cuando aún eras un niño, pero te perdiste y no supiste encontrarte, lo peor es que debes de saber:
¡YA NO CUENTAS CONMIGO!
Desde La Facultad mi último recuerdo de ti tomando tu bebida favorita.
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