viernes, 31 de julio de 2020

Hace tiempo que no escribo en serio, con cierta secuencia o lapsus, con palabras rítmicas al alero de un entrecejo. Es divertido, basta que comience a leer algo a tono, como las narraciones de Alice Munro, que no me matan ni me apasionan, pero que extrañamente no puedo evitar seguir leyendo, pues posee esa sutileza de cambiar tan rápido de enfoques,  personajes o atmósferas, que parece un truco digno de experimentar.

 Tengo la impresión de que rumiar las palabras, podría salvarme de complicaciones mayores, a la hora de plantarse ante las circunstancias. Toda medida es válida, cuando se busca sobrevivir a uno mismo, como un mal pesar, atino a pacificar las disrupciones oscilantes. Quisiera describir con cierto aplomo una historia bien contada, pero nada, solo círculos en el agua. Hasta cuando las necesidades parecen primordiales, el desenfreno y la quietud son un mismo caos, alternar lo uno o lo otro, es cuento añejo. Busco departamento debo vivir sola, que el estudio sea mi solaz, un gato, una ventana con luz y la luna arremolinando placeres sórdidos, sin culpas ni ecos.

miércoles, 29 de julio de 2020

Sol y nubes

Hoy tome mis primeros tres ramos para el segundo semestre, es de lo más intenso... acuarela para fluir con el agua y taller de expresión plástica e inconsciente, además de taller inicial.

 El insomnio es continuo, pero al menos duermo algo al despuntar el día, sobrellevar ansiedades, aprender y soltar, ¿Cuánto queda, cuánto pasa? Arrimarse a seres gravitantes que te sean nutritivos, no que te destruyan ni te enfermen. 
 Existen secretos bien guardados, al fondo de cada abismo. 
 Ya tengo ciertas llaves, ahora voy probando que puertas abren, mirar lo qué hay detrás, es algo inevitable, me pregunto si podré volver a abrazarte.


sábado, 11 de julio de 2020

Aquietar


 
 
A veces creo que solo en la experimentación, puedo lograr situarme en estados más llevaderos. Los desbordes emocionales acometen, esa intranquilidad, culpa, desvarío, vacío, ya ni sé cómo nombrarla... suele aquietarse cuando voy tras nuevos desafíos, a tientas el “alivio” es un concepto escurridizo. Buscar, buscar, seguramente el tópico de llegar a casa, como en el Mago de Oz siempre es el mismo, siempre estuviste ahí, lo que se busca no está afuera ni en otro, sino, solo dentro de ti, ufff sueno a Coelho.
 La migraña existencial se soporta creando y estudiar Arte es mi mayor “soporte“ a convenir.

lunes, 6 de julio de 2020

¿Y porqué?

Cuánto cambiaría tu vida, si todo aquel que te rodeará fuese conscientemente leal al bienestar común y a partir del respeto te entregará lo mejor para ambos. Me acuerdo del Santito ¿Con qué afán fantasmagórico? Pues me encanta su pillería existencial, es un capo para sobrevivir, no me alcanzaría mi resto de vida, para imitarle Jajjaja. Voy a buscar la dimensión precisa para asumir el vuelo propicio.



La insomne

 
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