Dibuja o muere

¿Extremista? Cómo no ¿Hace cuánto tránsito por turbulentos ríos subterráneos? Le digo a mi cerebro “Dibuja o muere” para que reaccione y sea listo en comprender el programa Premiere, pues debo editar un minuto del cortometraje para Artes Mediales, ¿Qué quiero contar? Con la mente tan dispersa... deben  aparecer dibujitos hechos en Ilustrator. No ver bien, me saca de quicio, pues ralentiza ciertos procesos cognitivos.

Ni modo, en el afán, me comí todo el chocolate Sahne Nuss y de repente me quedé zeta, con el mouse en la mano y el macbook entre las piernas. Las tareas de los ramos, son el pan de cada día, hoy en la clase de Artes Visuales participará el crítico de Arte Ignacio Szmulewicz ¡Ay Dio... ! Tanta lumbrera viviente y una con sus cinco neuronas, debatiéndose por oro y moro. Igual amo a las compis que son secas, talentosas, con su sensibilidad a flor de piel en la creación, asunto que me trastoca, movilizando algo interno que me hace sentir muy viva y feliz.

¿Cuándo?

La mayor arrogancia es jactarse de males, cuyas consecuencias podrían arrojarte a un deterioro inusual. Añoro la sensatez, un punto focal en donde concentrar esos esfuerzos tan íntimos, que te ayudarían a descansar hasta poder dormir. (Como cuando tienes buen sexo)

 Pues negar o maldecir, es la síntesis de una historia confusa, que ya no sé cómo contar. 

 Sanar, es contemplar desde el balcón los astros y el mar, recordar las manos tibias que se deslizan con frenesí, acudiendo a lo inmenso del signo custodio, que todo lo imagina, capcioso e intransigente. 

 Acomodando su voracidad en la punta de mi lengua con ese beso ultramar, que solo tú, me sabes dar.

Hazlo!

Los monólogos son lo mío, impulsos, disparos internos, lo aleatorio, símbolo y estrago de una vida. La Universidad virtual me ha salvado de caer en letanías por tiempos de pandemia. Afuera llueve, sigo a destajo salvaguardando mis virtudes, me cuesta tanto encausar mis demonios internos. Quedan tres semanas para terminar el semestre, existe lo incierto para probar a la voluntad. Después de todo y con la mano en el corazón amo al Arte, sin importar que los delirios o las triquiñuelas humanas quieran desviarme de ese despertar, no en vano he guiado los pasos a todo acto trascendental, las huellas en lo profundo, reflotaran al pavimento, cada pequeña ilusión, volverá a rearmarme con Amor.