Simulacros, repito, como tu forma de besar y desaparecer en la niebla.
Tu profecía de tener sexo, saciar y detener los afectos a tu antojo, aunque aquello no existe ni para ti, ni para mi, ni para ambos.
Jamás te ha importado mentir, para qué abran las piernas.
- Dijiste: un camino marcado de olvidos, retroceder al borrón y cuenta nueva.
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