Amiga Daniela

Como dirías tú, con tu voz cantarina: me resulta imperioso escribirte.
Ambas sabemos de paraísos e infiernos, cuando encumbramos las palabras, quizás, buscando testimonios y defensas.
 Todavía recuerdo tu cauta presencia en el taller de literatura, la sensibilidad en tus silencios, el eterno revuelo de lo olvidado a la hora de exponer tus apuntes. Lo que no sabes, es que tu pasión y conocimiento , se convierten en presencias inspiradoras, dotadas de singular armonía o presagio conductor.

Sentirse perdida... es mi constante delirio; conocerte, compartir contigo, me hace ser menos egoísta, encausar caminos, lágrimear y seguir sonriendo.
Porque alguien debe de entender y procesar dolores, caminar por la cuerda floja de la vida, con entereza y valentía, eres tú la que traspasa los umbrales, llegando airosa, en cada nuevo despertar.
 Juego a escribir, porque amo las palabras, soy adicta a la mala ortografía y suelo usar palabras sin recordar su significado, y aún así me regalas tu compañía.
 Amiga no te ocultes en la supuesta incertidumbre o sin sentido, recuerda el pacto del árbol.
 Estoy segura que mañana será otro día y que la niebla espesa,  dará paso a tus designios luminosos.

¡TE QUIERO AMIGA!