Todo esto, entre nosotros es de lo peor, tu desmembrada forma de relacionarte no procede a lo establecido y si bien me esmero en ser “open mind” mi corazoncito se dilata y contrae más de la cuenta, con tus evasivas, desapariciones tipo abducciones. Nadie resiste a la montaña rusa transgresora que siembras en el alma.
Consuelo latente, duermo y te encuentro en los sueños, una sensación cómplice se desprenden de ellos. No hay realidades sin ciertas aparentes certezas, tú ir y venir, descuartiza toda cabeza.
Ya contraje nupcias con el señor “Verdugo” me creí preparada, ante cualquier nuevo laberinto, pero los asuntos son así, inesperados, al naufragio de alguna solución.
Tu mente sin la mía, nuestros cuerpos quién sabe dónde, el esqueje ansioso por germinar, en cuanto vuelvas a mencionar mi nombre y te quedes a dormir en mi cuarto que todo lo puede, tanteando lo impreciso del Amor.
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